por: staff supera
El niño que soñaba con volar
Había una vez un niño llamado Miguel que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas. A Miguel le encantaba observar a los pájaros y soñaba con volar como ellos. Un día, Miguel decidió construir sus propias alas. Utilizó ramas, hojas y plumas que encontró en el bosque.
Durante semanas, Miguel trabajó en su proyecto secreto. Un día, cuando sus alas estuvieron terminadas, subió a la montaña más alta del pueblo y se lanzó al vacío.
Al principio, Miguel sintió una gran emoción al sentir el viento en su rostro. Sin embargo, sus alas no lo sostuvieron por mucho tiempo y cayó al suelo.
Miguel se sintió muy triste y desanimado. Pensó que su sueño de volar nunca se haría realidad. Pero, de repente, recordó las palabras de su abuelo: "No importa cuántas veces te caigas, lo importante es levantarte y seguir intentándolo".
Con nuevas fuerzas, Miguel volvió a construir sus alas, esta vez con materiales más resistentes y un diseño más aerodinámico.
Después de muchos intentos y caídas, Miguel logró volar. Su alegría era inmensa. Había demostrado que con perseverancia y determinación, los sueños se pueden hacer realidad.
Reflexión final
La historia de Miguel nos enseña que el liderazgo no se trata solo de mandar o dar órdenes. Se trata de tener una visión, de perseguir tus sueños con pasión y perseverancia, de aprender de tus errores y de inspirar a otros a alcanzar sus propias metas.
Miguel no solo logró volar, sino que también inspiró a otros niños de su pueblo a seguir sus sueños. Su liderazgo se basó en su ejemplo de valentía, determinación y humildad.
Preguntas para reflexionar:
- ¿Qué sueños quieres alcanzar?
- ¿Qué obstáculos has superado en tu vida?
- ¿Cómo puedes inspirar a otros a seguir sus sueños?
Recuerda: ¡Tú también puedes ser un líder! No importa tu edad, lo importante es tener una visión, trabajar duro y nunca rendirte.