¿Por qué importan las palabras?
* Las palabras son como semillas: plantadas en el momento justo, pueden dar flores hermosas.
* Una frase amable puede hacer que alguien que se sentía invisible, ignorado o triste se sienta visto, valorado y comprendido.
* También te afecta a ti: cuando haces o dices algo amable, te sientes mejor contigo mismo. Eso refuerza tu liderazgo, porque liderar también es sembrar bondad.
Ejemplo real
Aquí te va una historia real de alguien que estaba pasando un día horrible:
- “Tenía un día de esos en los que todo sale mal: me levanté tarde, llegué tarde a la escuela, olvidé parte de mi tarea, y sentía que nadie notaba que estaba pasando un mal rato.
- En el pasillo, un compañero que apenas conozco se me acercó y me dijo:
- ‘Oye, sé que hoy has tenido un día duro, pero no estás solo, y estás haciendo lo mejor que puedes’.
- Esas pocas palabras me sacaron de un estado de frustración. Me hicieron respirar. Me hicieron sentir que alguien se importa. Y de ahí el resto del día empezó a ir mejor.”
No cambió todo. Sí, aún tuve cosas difíciles. Pero esa palabra amable fue como un paraguas bajo la lluvia.
Cómo puedes tú usar una palabra amable
Aquí tienes formas concretas de decir algo que podría marcar la diferencia:
Situación | Qué podrías decir |
| ----------------------------------- | --------------------------------------------------------------------- |
| Alguien que parece triste o callado | “¿Todo bien? Si quieres hablar, aquí estoy.” |
| Compañero que se esfuerza mucho | “Vi cómo trabajaste en ___, lo haces muy bien.” |
| Amigo que falló algo o se equivocó | “No pasa nada, todos aprendemos. Lo importante es que lo intentaste.” |
| Persona que siempre ayuda | “Gracias por... realmente haces la diferencia para muchos.” |
Por qué esto es parte de ser buen líder
* Un líder no solo guía con acciones, también con palabras.
* Decir algo amable demuestra que estás prestando atención, que valoras a los demás y que te importa lo que sienten.
* Cuando alguien se siente valorado, se anima, participa más, se une al grupo, se esfuerza mejor, se siente más seguro. Eso mejora todo lo que haces con él: tus proyectos, tu equipo, tu círculo de amigos.
Tu reto: una palabra que cambie un día
Para que practiques, te propongo este reto:
1. Piensa en alguien que viste hoy que podría necesitar algo de ánimo (puede ser un amigo, alguien de clase, tu hermano/hermana).
2. Busca un momento para acercarte o decirle algo amable. No importa que sea algo corto.
3. Sé sincero/a. No digas algo solo porque sí, sino porque de verdad valoras algo de esa persona.
4. Observa cómo cambia su cara, su ánimo, o incluso su día. Date cuenta de lo que ese instante significa.
Reflexión final
Quizá no siempre veas el cambio grande, y eso está bien. A veces no sabrás de inmediato cuánto pesan tus palabras, pero muchas veces calan profundo más de lo que imaginas.
Si aprendes a decir palabras buenas, con empatía, respeto y sinceridad, estarás construyendo no solo tus relaciones, sino también tu propia forma de liderar: con bondad, con sensibilidad, con fuerza de sonrisa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario